domingo, 13 de julio de 2008

Bombas Lacrimogenas y su poca información

9 de Julio de 2008
Noticia extraida de El Motrador

Ni Defensa ni Salud se hacen cargo de su control
El ‘’secreto de Estado’’ que pesa sobre las bombas lacrimógenas
En medio de los constantes disturbios y movilizaciones protagonizadas por estudiantes y profesores, los disuasivos químicos utilizados por Carabineros tienen un rol protagónico. A pesar de ello, nadie sabe a ciencia cierta qué sustancias contienen ni qué efectos causan sobre la salud humana. Ni siquiera poseen autorización sanitaria. Todo un misterio que por tres semanas El Mostrador trató de develar, pero que las autoridades se negaron a responder pese al discurso de la transparencia.

Claudia Urquieta Chavarría

A fines de los ‘80 y en plena dictadura era pan de cada día el bombardeo con disuasivos químicos, más conocidos como bombas lacrimógenas, alrededor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile. Así lo recuerda el toxicólogo Andrei Tchernitchin, que también relata que un día propuso a sus alumnos, con los que estaba estudiando las células llamadas eosinófilos ver qué efecto tenían dichos químicos en éstas.

A reglón seguido empezaron a recolectar los envases arrojados por Carabineros y a experimentar con ratas. Y paralelamente, tomaron muestras de sangre de jóvenes que habían estado expuestos a los químicos y otros que no. Lo que observaron fue que había una diferencia entre las muestras de sangre “normales” y la expuesta, así como en las ratas intervenidas: las células se desgranulaban.

“Todas las acciones de estas células están involucradas con la inmunidad, procesos alérgicos y de hipersensibilidad. Y en las funciones reproductivas masculinas y femeninas, por lo tanto, al desgranularse, estas funciones podrían verse afectadas”. Curiosamente, según explica el científico, luego de iniciado el estudio las fuerzas policiales dejaron de lanzar bombas en el área. “Y como dejaron de tirarlas y no teníamos capacidad técnica para hacer la investigación, la dejamos”. A pesar de esto, asegura que existe una alta probabilidad de que “las sustancias químicas que afectan las funciones reproductivas dañen al feto del último trimestre del embarazo y a los niños en los primeros años de vida, provocando daños que pueden ser irreversibles”. Idea que queda en el nivel de la sospecha, porque ni ellos alcanzaron a ampliar el estudio ni existen trabajos al respecto.

“Probablemente el fabricante tiene algunos estudios y como supongo que estas sustancias son tóxicas no dan a conocer los detalles. No es mortal, no provoca enfermedades inmediatas, pero nadie ha investigado si deja secuelas”, asegura el toxicólogo.

Y agrega que las sustancias que revisaron no eran neurotóxicas, pero en “las que existen actualmente no lo podemos asegurar”. Básicamente porque no hay información pública al respecto, y ni los propios científicos saben qué son las sustancias que se utilizan contra la población y que durante las últimas semanas han sido protagonistas de las movilizaciones estudiantiles. Es algo así como un secreto de Estado.

El ping pong de la información

Hace tres semanas, este medio inició un largo periplo intentando recabar información sobre detalles básicos de los disuasivos químicos: cuáles son las sustancias, las autorizaciones sanitarias que poseen y quiénes son los proveedores, entre otras.

Pero entre una y otra institución se pasaron la pelota. Si bien Carabineros entregó algunas luces al respecto, la explicación fue bastante vaga.

Según la policía uniformada el disuasivo químico “es un compuesto utilizado por diversas instituciones policiales del mundo. Irrita las zonas húmedas del cuerpo, es de fácil dispersión y corta duración. Y no produce daños a la salud pública”.

Pero queda en el terreno de la incógnita en base a qué estudios o pruebas se afirma que no existen daños a mediano o largo plazo. “A las personas expuestas puede que las afecte, pero hay que hacer estudios. Sin estudios científicos serios no se puede decir si causa o no daños”, explica Tchernitchin.

Y en cuanto al listado de los químicos, la respuesta fue que “su composición química es de C10 H5 y CIN 2”.

Sobre el compuesto que tiene 10 átomos de carbono y 5 de hidrógeno, Tchernitchin señala que “esa fórmula no dice nada. Faltan hidrógenos para completar la fórmula o te la entregó alguien sin mayor conocimiento”. Con respecto al CIN 2, el toxicólogo asegura que “no existe en la química ese símbolo. Estos datos no corresponden a nada que yo conozca”.

En cuanto a las normas respectivas, según informó la policía uniformada, estos químicos están sometidos a la Ley Nº 17.798, sobre control de armas y explosivos. Y los productos se adquieren en Estados Unidos, aunque no especificaron a qué proveedores.

Otra luz sobre el tema es que la concentración de los componentes está señalada por un organismo internacional, la NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health). Y que en base a los compromisos suscritos por el Estado a nivel internacional en términos de la Convención de Armas Químicas, el uso de los disuasivos es validado para el control de disturbios.

Pero no existen autorizaciones sanitarias para los compuestos de parte organismos de salud pública nacionales, ya que según el propio Ministerio de Salud, el listado con los químicos no pasa por esa repartición sino que ingresa directamente al Ministerio de Defensa. Tampoco tiene un rol en el asunto el Instituto de Salud Pública (ISP), que sólo realiza registros sanitarios de medicamentos, alimentos y pesticidas. Pero de los disuasivos químicos, ni rastro.

El control sanitario de estas sustancias se hace desde el Banco de Pruebas de Chile, que depende del Instituto de Investigaciones y Control del Ejército, y es el brazo técnico que controla, modifica y prueba elementos, como armas y los disuasivos en cuestión. Ellos son el órgano oficial de las labores de control de la Dirección General de Movilización Nacional, que depende del Ministerio de Defensa.

Pero a la hora de entregar información más clara y detallada, como la forma en que se coordinan las autorizaciones entre Carabineros y la Dirección General de Movilización Nacional, quién las da, la periodicidad, las sustancias químicas que tiene el agua de "zorrillos" y "guanacos" y quién regula su concentración, no hubo respuesta.

Nadie es responsable

Para el abogado y columnista Santiago Escobar, esta situación vulnera las leyes desde el punto de vista de la salud pública, ya que “no se pueden estar distribuyendo químicos que no estén garantizados en sus componentes, ni certificados por las instituciones de salud del país en sus efectos, calidad, ni neurotoxicidad. Eso lesiona los decretos constitucionales sobre la materia”.

Lo que más llama la atención de Escobar es que no exista una autoridad ni del sector de Defensa ni de Salud que se haga responsable frente a la población acerca de la utilización de estos compuestos. “Abiertamente eso es ilegal. Y las autoridades tienen que dar respuesta sobre el tema”, asegura, ya que “si bien las autoridades son las encargadas de mantener el orden público, también son responsables de la calidad de las acciones que atenten con la salud y el medioambiente en el país”.

Por ello, considera que es absolutamente factible que la ciudadanía pueda presentar un recurso de protección. “Pueden utilizarse varias vías legales y además sería conveniente que los parlamentarios invitaran a las autoridades respectivas a que explicaran en el Congreso acerca de las sustancias que se están utilizando”, concluye el profesional.

http://www.elmostrador.cl/modulos/noticias/constructor/noticia_nueva.asp?id_noticia=251734

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Marcha 11 junio 2008 Contra la educación de mercado

Realizado por canalbarrial Movilización 28 marzo 2008

Convocatoria a Asamblea Nacional de Estudiantes.

7 de Junio 12 hrs Salón de las Artes Víctor Jara

Universidad de Santiago de Chile USACH


"yo vivo de preguntar, saber no puede ser lujo"


Convocamos a todos los Centros de Alumnos, Colectivos Estudiantiles y estudiantes en general de todo el país, secundarios y de la educación superior, a la Asamblea Nacional del 7 junio, para definir las demandas de los Estudiantes Populares y un calendario de movilizaciones de carácter nacional contra la educación de mercado.


Los estudiantes de todo el país demandamos el fin del lucro en la educación y por tanto el fin de toda la institucionalidad neoliberal que lo sustenta, esto significa el fin de la LOCE en la educación superior como el fin también de la reciente aprobada Ley General de Educación LGE en la educación básica y media.


El sábado 7 de junio los Estudiantes Populares a nivel nacional construiremos nuestra plataforma de lucha y nuestro propio itinerario de movilizaciones, no para luchar por migajas ni para transar en mesas de negociaciones truculentas, sino para quebrar la actual institucionalidad mercantil de la educación.


Creemos que la manifestación estudiantil ha sido la expresión de las contradicciones propias del modelo neoliberal que irrumpen por uno de sus eslabones más débiles, de esta manera las movilizaciones estudiantiles fueron el presagio del agotamiento del modelo económico y político, pero al mismo tiempo los primeros indicios de la recomposición del movimiento social en el país. Por eso mismo desde un inicio es necesario unificar esta lucha con los otros sectores sociales como los pobladores, trabajadores y el conjunto de los sectores populares de la sociedad chilena.


Bajo nuestro entender el conflicto estudiantil es una lucha política que debe afrontarse como tal. Si consideramos a los estudiantes en una burbuja neutral, sin un horizonte político, se mantendrá secuestrados a los estudiantes alejándolos de otros sectores sociales, dejando así la iniciativa a la Concertación, quienes sin ningún problema y remordimiento, como lo hizo el 2006 y 2007 aglutinará a la cúpula dirigente, cuestión que al final permitirá al gobierno implantar sus proyecciones vistiendo el uniforme secundario, y generando como lo hicieron antes, burdas comisiones de educación y nuevos militantes para la Concertación y la derecha.


Todo lo anterior nos señala que a pesar que este movimiento es de composición estudiantil no significa que la lucha de clases deje de imperar en él, todo lo contrario, el gobierno y la derecha están dentro del movimiento y de tal manera debemos denunciarlo y confrontarlo.


De los sectores que hoy buscan constituir organización, unos tienen el propósito de subordinar nuevamente a los estudiantes al mandato del gobierno como en el 2006, cooptando y comprando dirigentes con becas universitarias, trabajos en el gobierno y futuras candidaturas, etc., traicionando el movimiento y transformando la supuesta revolución pinguina en una contrarrevolución que le dio legitimidad a la comisión de educación y a la nueva institucionalidad que el gobierno consiguió instaurar.

Hoy lo que está en juego es definir un petitorio nacional e implementar un Protesta Social Nacional que vaya contra las causas de la educación mercantil, al calor de este proceso ir reconstruyendo un movimiento estudiantil a nivel nacional que sea capaz de convocar a los otros sectores sociales como trabajadores y pobladores, y que sitúe la problemática educacional como una demanda de toda la sociedad. Así, situar la protesta no sólo en el campo estudiantil, sino en la población y en los trabajadores.


La direccionalidad que tome el movimiento dependerá de quien se ponga a la cabeza del conflicto nacional, o los infiltrados del gobierno al interior de la FECH y de los centros de alumnos de liceos "emblemáticos" en manos de la Concertación, que por medio de un nuevo referente buscan coordinarse para desvirtuar las luchas estudiantiles y subordinarlas a la agenda del gobierno, o los estudiantes con sus propias organizaciones populares que buscan dar un verdadero fin al sistema injusto que rige en la educación.


De esa direccionalidad dependerá la victoria del movimiento estudiantil.


Acuerdos de la Asamblea del 10 de Mayo:


Educación Gratuita, Estatal y Calidad al servicio de los trabajadores y el pueblo

Fin a la LOCE (Fin a la Ley de Acreditación y financiamiento)

Fin a la LGE

Gratuidad del Pasaje

Fin a la Municipalización

Fin al Sistema de Sostenedores

Fin a la PSU

Fin a la JEC

Democratización de la Educación

Practicas Pagadas

Fin a la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil

Transporte Público y Estatal

Fin a la Ley antiterrorista


¡¡¡Contra la Educación Neoliberal, Lucha Estudiantil y Popular!!!


COORDINADORA NACIONAL DE ESTUDIANTES POPULARES, CNEP

Tomas SEREMI contra la educación de mercado.