lunes, 18 de agosto de 2008

Denuncia contra ministra de educación suman y siguen

Denuncia contra ministra de educación suman y siguen
El periodista y documentalista Dauno Totoro, conocido dirigente estudiantil en la Pontificia Universidad Católica de Santiago durante la lucha contra dictadura, suma en carta abierta nuevas denuncias en contra de la actual ministra de educación Mónica Jiménez y devela su papel en la represión al movimiento estudiantil democrático. Estas denuncias de "Soborno, incitación a la traición, cohecho, amedrentamiento" se suman a las realizadas por estudiantes de la Universidad Católica de Temuco donde trabajaba Mónica Jiménez antes de asumir el ministerio, y su papel en la represión y expulsión de alumnos.

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Carta Abierta a la ministra de Educación
María Música, estudiante chilena de 14 años de edad, lanzó agua al rostro a la Ministra de Educación Mónica Jiménez cuando la Secretaria de Estado había dado unilateralmente por finalizado un "encuentro participativo en educación". La niña intentó, antes del hecho, buscar explicaciones (de boca de la Ministra) al por qué cuando ella y sus pares y profesores salen a las calles de las ciudades de Chile para demandar una ley de educación que signifique que en el futuro cercano y lejano nuestros compatriotas sean seres humanos y no alienígenas descerebrados, el Estado responda no con argumentos sino con bombas lacrimógenas, aguas urticantes, golpes de palo en las cabezas y patadas de energúmenos contra niños, niñas y maestros de escuela.
La Ministra que presidía el eufemístico "encuentro participativo" no contestó. Sus guardaespaldas suspendieron la cita. Lo de la niña, abrumada por el silencio y la indiferencia a modo de única y bastarda respuesta, es un argumento. Simbólico, pero tremendo argumento. "Era como hablarle a la pared", dijo María Música horas más tarde al explicar su acción.
La Presidenta de Chile destacó el hecho como un "acto antidemocrático". El vocero del Gobierno y otras autoridades describieron el suceso como "magnífica demostración de la incapacidad de diálogo de los estudiantes de Chile". Otras personalidades públicas sugirieron de inmediato la expulsión de la alumna de su escuela, el traslado del caso a tribunales de justicia. La quieren castigar. Uno que otro estará pensando en colgarla del palo mayor o en lanzarla cerro abajo, para escarmiento y ejemplo. Antes abusaron de ella (ha estado cuatro veces detenida y ha quedado registro de sus hematomas en brazos y piernas) como han abusado de sus adolescentes pares con el guanaco, el zorrillo, la luma, el bototo, el silencio, la indiferencia, la sorna… pero, por encima de todo, con la tonta y vana convicción de que por ser chicos son nada y que están solos. Somos todos chicos y estamos todos solos.
Tengo una hija de la misma edad que la estudiante del jarro de agua, y un hijo de quince años. Hay otra de dos años que aún no ha sido bautizada por el lanza aguas. Sería el colmo. El de 15 ha llegado a casa mojado y asustado luego de cada manifestación pingüina. Y al día siguiente parte otra vez. Claro, cada vez que va, en casa quedamos con los dientes apretados. Debe ser porque algunos padres de mi generación tenemos experiencia respecto de lo que se arriesga.
De eso quiero hablar: conocí a la Ministra Jiménez. Sé de lo que estoy hablando.
Mucho antes de que la niña del jarro de agua naciera, en aquel ahora lejano 1986, fui expulsado de la Universidad Católica de Chile por participar activamente en el movimiento estudiantil que se agitaba en busca de democratizar la Universidad y el país. A sólo un semestre de terminar mi carrera, el Consejo de Rectores, por recomendación del por entonces mandamás de la PUC, Juan de Dios Vial Correa, decretó mi alejamiento de las aulas universitarias… las de la PUC y las de cualquier otra universidad del país… para siempre.
Se armó tremendo escándalo pues este "peligro para la convivencia académica" era dirigente de la FEUC, Consejero Estudiantil en el Consejo Superior de la Universidad y Presidente del Centro de Alumnos de su carrera. Fue entonces que entró al baile la señora Mónica Jiménez, en aquella época Presidenta de la Asociación de Académicos de la PUC y miembro del Consejo Superior de esa casa de estudios, sitio en el que coincidía regularmente conmigo, para su desgracia y la de las demás autoridades pontificias.
Haciendo demostración de su "espíritu democrático y profundas convicciones católicas", propuso al rector solucionar el entuerto mediante el diálogo. Fui citado a la oficina de Vial Correa, donde Mónica Jiménez, nuestra actual Ministra de Educación, me brindó una clase magistral de conceptos democráticos y del significado profundo del arrepentimiento cristiano. Dijo la señora Jiménez que le recordaba enormemente a su padre cuando este tenía mi edad, "igual de vehemente, de apasionado, de arriesgado en la defensa de sus erróneos principios políticos –su padre, me explicó ella, era militante de la ultraderecha de sus días". Luego se extendió en una larga arenga en torno a un único concepto: a la universidad se va a estudiar, no a hacer política. Para rematar, me hizo la propuesta que había convenido con el rector: que firmara un documento que habían preparado para tales efectos, mediante el cuál me comprometía a renunciar a mis convicciones políticas de izquierda; a renunciar a mis responsabilidades como dirigente estudiantil; a declarar públicamente ante la comunidad universitaria que me había equivocado al suponer que los recintos universitarios eran un campo de batalla más en la lucha contra la dictadura. "Firma este documento", me sugirió, "y de inmediato la sentencia de expulsión quedará sin efecto".
Soborno, incitación a la traición, cohecho, amedrentamiento. Esos son los principios profundamente democráticos que barajaba la señora Jiménez, la misma que hoy se reúne con los estudiantes secundarios y los profesores en jornadas de "encuentros participativos en educación". Aquella tarde de 1986 no encontré en esa oficina ningún jarro de agua a la mano. Sólo pude mirarla con lástima y desprecio, lanzarle una carcajada al rostro y salir de ahí con un portazo, cerrando para siempre cualquier posibilidad de convertirme en un profesional universitario, pero más convencido que nunca de todos aquellos principios de los que la señora Jiménez me intentó hacer abjurar.
María Música, por mí y por todos mis compañeros.
Dauno Totoro.
Noticia extraida de: http://www.elotrosanpedro.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=405:carta-abierta-a-la-ministra-de-educacion&catid=27:actualidad-nacional&Itemid=8
14 de Agosto de 2008.


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Marcha 11 junio 2008 Contra la educación de mercado

Realizado por canalbarrial Movilización 28 marzo 2008

Convocatoria a Asamblea Nacional de Estudiantes.

7 de Junio 12 hrs Salón de las Artes Víctor Jara

Universidad de Santiago de Chile USACH


"yo vivo de preguntar, saber no puede ser lujo"


Convocamos a todos los Centros de Alumnos, Colectivos Estudiantiles y estudiantes en general de todo el país, secundarios y de la educación superior, a la Asamblea Nacional del 7 junio, para definir las demandas de los Estudiantes Populares y un calendario de movilizaciones de carácter nacional contra la educación de mercado.


Los estudiantes de todo el país demandamos el fin del lucro en la educación y por tanto el fin de toda la institucionalidad neoliberal que lo sustenta, esto significa el fin de la LOCE en la educación superior como el fin también de la reciente aprobada Ley General de Educación LGE en la educación básica y media.


El sábado 7 de junio los Estudiantes Populares a nivel nacional construiremos nuestra plataforma de lucha y nuestro propio itinerario de movilizaciones, no para luchar por migajas ni para transar en mesas de negociaciones truculentas, sino para quebrar la actual institucionalidad mercantil de la educación.


Creemos que la manifestación estudiantil ha sido la expresión de las contradicciones propias del modelo neoliberal que irrumpen por uno de sus eslabones más débiles, de esta manera las movilizaciones estudiantiles fueron el presagio del agotamiento del modelo económico y político, pero al mismo tiempo los primeros indicios de la recomposición del movimiento social en el país. Por eso mismo desde un inicio es necesario unificar esta lucha con los otros sectores sociales como los pobladores, trabajadores y el conjunto de los sectores populares de la sociedad chilena.


Bajo nuestro entender el conflicto estudiantil es una lucha política que debe afrontarse como tal. Si consideramos a los estudiantes en una burbuja neutral, sin un horizonte político, se mantendrá secuestrados a los estudiantes alejándolos de otros sectores sociales, dejando así la iniciativa a la Concertación, quienes sin ningún problema y remordimiento, como lo hizo el 2006 y 2007 aglutinará a la cúpula dirigente, cuestión que al final permitirá al gobierno implantar sus proyecciones vistiendo el uniforme secundario, y generando como lo hicieron antes, burdas comisiones de educación y nuevos militantes para la Concertación y la derecha.


Todo lo anterior nos señala que a pesar que este movimiento es de composición estudiantil no significa que la lucha de clases deje de imperar en él, todo lo contrario, el gobierno y la derecha están dentro del movimiento y de tal manera debemos denunciarlo y confrontarlo.


De los sectores que hoy buscan constituir organización, unos tienen el propósito de subordinar nuevamente a los estudiantes al mandato del gobierno como en el 2006, cooptando y comprando dirigentes con becas universitarias, trabajos en el gobierno y futuras candidaturas, etc., traicionando el movimiento y transformando la supuesta revolución pinguina en una contrarrevolución que le dio legitimidad a la comisión de educación y a la nueva institucionalidad que el gobierno consiguió instaurar.

Hoy lo que está en juego es definir un petitorio nacional e implementar un Protesta Social Nacional que vaya contra las causas de la educación mercantil, al calor de este proceso ir reconstruyendo un movimiento estudiantil a nivel nacional que sea capaz de convocar a los otros sectores sociales como trabajadores y pobladores, y que sitúe la problemática educacional como una demanda de toda la sociedad. Así, situar la protesta no sólo en el campo estudiantil, sino en la población y en los trabajadores.


La direccionalidad que tome el movimiento dependerá de quien se ponga a la cabeza del conflicto nacional, o los infiltrados del gobierno al interior de la FECH y de los centros de alumnos de liceos "emblemáticos" en manos de la Concertación, que por medio de un nuevo referente buscan coordinarse para desvirtuar las luchas estudiantiles y subordinarlas a la agenda del gobierno, o los estudiantes con sus propias organizaciones populares que buscan dar un verdadero fin al sistema injusto que rige en la educación.


De esa direccionalidad dependerá la victoria del movimiento estudiantil.


Acuerdos de la Asamblea del 10 de Mayo:


Educación Gratuita, Estatal y Calidad al servicio de los trabajadores y el pueblo

Fin a la LOCE (Fin a la Ley de Acreditación y financiamiento)

Fin a la LGE

Gratuidad del Pasaje

Fin a la Municipalización

Fin al Sistema de Sostenedores

Fin a la PSU

Fin a la JEC

Democratización de la Educación

Practicas Pagadas

Fin a la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil

Transporte Público y Estatal

Fin a la Ley antiterrorista


¡¡¡Contra la Educación Neoliberal, Lucha Estudiantil y Popular!!!


COORDINADORA NACIONAL DE ESTUDIANTES POPULARES, CNEP

Tomas SEREMI contra la educación de mercado.